El barrio de San Blas es el barrio de los extranjeros y los artistas. En la colina que da a la Plaza de Armas se encuentra una de las plazas más bonitas del Cusco, la Plaza de San Blas, con su fuente y una gran cascada artificial, todo ello rodeado de parterres; es un buen lugar para sentarse y leer un libro cuando hace buen tiempo. También es un buen lugar para tomar una copa y escuchar música en vivo cuando oscurece. La blanca iglesia de San Blas se alza orgullosa: el interior es un perfecto ejemplo del estilo churrigueresco, un barroco mixto con símbolos paganos y exóticos motivos florales. El magnífico púlpito de cedro tallado, y el altar dorado en el centro del coro, son impresionantes.